ANA GARCÍA DAUBÓN o Doña Ana, como la conocemos, es una de las heroínas protagonistas del grupo que emprende en la época de los 50’ en Puerto Rico la labor y actividad desencadenada por enaltecer y validar la cultura puertorriqueña. Junto a figuras como Ricardo Alegría, Francisco Arriví, Nilita Vientós Gastón, Lorenzo Homar, Rafael Tufiño, Jack Delano y otros, Ana García se convierte en agente activo en la lucha por promover y cultivar la apreciación de las artes en Puerto Rico.
Nacida en Santurce, sus padres fueron el Dr. Esteban García y la Sra. Ángeles Daubón. Junto a sus hermanas, Josefina y Gilda, Ana disfrutó su niñez en la época de los 30’ en Puerto Rico. Luego de ver bailar a la legendaria bailarina Ana Pavlova en un escenario puertorriqueño, Doña Ángeles decidió que sus hijas tomarían clases de baile. Así, Ana García comienza clases de baile bajo la tutela de Lotti Tisher de Cordero a la temprana edad de ocho años. Durante su entrenamiento, Ana fortalece su experiencia tomando, además, clases de baile español con la Sra. Paquita Hettinger, bailando en los recitales de la escuela de la Sra. Tisher, en los famosos reinados de Carnaval en el Casino de Puerto Rico y asistiendo a campamentos de verano en Nueva York.
Al alcanzar su diploma de escuela secundaria del Colegio Puertorriqueño de Niñas, Ana, junto a su hermana Gilda y su madre Ángeles, se traslada a Nueva York para continuar estudios de baile en la escuela School Of. American Ballet, bajo la dirección de la eminente figura universal del ballet, George Balanchine. Durante este tiempo, Ana es testigo y partícipe del nacimiento del grupo Ballet Society, el cual se convirtió en lo que hoy conocemos como el New York City Ballet, compañía integral en el desarrollo del ballet contemporáneo en América y el mundo.
Luego de cinco años, bajo la tutela de George Balanchine, Ana García se traslada a Cuba para bailar con El Ballet de Alicia Alonso, luego a convertirse en el Ballet Nacional de Cuba. Con el Ballet de Alicia Alonso, Ana se presenta en innumerables teatros de Centro y Sur América, participando en un extenso repertorio clásico.
En el 1951, luego de su regreso a Puerto Rico, Ana García, junto a su hermana Gilda Navarra y con el apoyo del Sr. Ricardo Alegría, fundan la escuela de Ballets de San Juan con la misión de desarrollar bailarines puertorriqueños. Luego de tres años de ardua labor entrenando jóvenes bailarines, Ballets de San Juan ofrece su primera presentación en el 1954 y, a semejanza con las experiencias en el New York City Ballet, los discípulos más adelantados de la escuela formaban el cuerpo de baile con Ana García, Juan Anduze, Gilda Navarra y otros como principales.
Durante su desarrollo y bajo la dirección de Ana García, Ballets de San Juan ha compartido escena con luminarias del ballet internacional como: Alicia Alonso, Melissa Hayden, Margot Fonteyn, Iván Nagy, Rudolph Nureyev, Cynthia Gregory, Fernando Bujones y un sinfín de artistas internacionales. Ballets de San Juan ha presentado clásicos del ballet como: Lago de los Cisnes, Giselle, La Fille Mal Gardée, Copellia y otros. Ballets de San Juan se convierte en una de las primeras compañías en Hispanoamérica en colaborar con el Balanchine Trust ganando acceso al repertorio de este gigante del ballet contemporáneo. Ballets de San Juan ha presentado: Apollo con Rudolph Nureyev, Serenade, Who Cares, Rubies, Waltz Fantasy y otras piezas parte del repertorio de Balanchine.
Hoy la mayor parte de los profesionales del baile en Puerto Rico se han visto, de una manera u otra, influenciados por las enseñanzas de Doña Ana García. Figuras conectadas al baile como José Parés, Ramón Molina, Ramón Segarra, Petra Bravo, Juan Anduze, Alma Concepción, Vanesa Ortiz, Miguel Campanería, María Teresa del Real, Ana María Castañón, Vannesa Vachier, Roberto Rodríguez, María Carrera y un sinfín de personalidades del quehacer cultural en Puerto Rico y el extranjero han sido discípulos y/o compañeros de trabajo de esta pionera del baile en Puerto Rico.
Pero el mayor triunfo de Ballets de San Juan y Ana García ha sido el desarrollo de un Repertorio Puertorriqueño que enaltece nuestro bagaje cultural y nuestra tradición de pueblo. En las palabras de Nilita Vientos Gastón: “Lo nacional nutre lo internacional”. Así, el repertorio puertorriqueño de Ballets de San Juan convierte a esta compañía en embajadores del baile en Puerto Rico y hace a nuestra Isla partícipe del desarrollo del ballet universal. En sus innumerables giras por Latinoamérica, Sur América, Cuba, Estados Unidos y Europa, es este repertorio, nacido en el empeño de Doña Ana García, el que distingue a Ballets de San Juan.
Un Repertorio Puertorriqueño, que se basa en nuestro folclor, leyendas, héroes, literatura, ritmos y todo aquello que nos distingue como pueblo, se nutre con la composiciones musicales comisionadas a artistas puertorriqueños de la música, como lo son Jack Delano, Amaury Veray, Héctor Campos Parsi, Luis Enrique Juliá, Alberto Carrión, Roberto Sierra y otros. Artistas como Lorenzo Homar, Rafael Tufiño, Julio Rosado del Valle, Jaime Suárez, Susana Espinosa, Fernando Pena y otros han diseñado afiches, escenografía y vestuarios compartiendo en la misión de poner a Puerto Rico como figura central y emblema de nuestra aportación al arte de la danza universal.
Nació en San Juan, Puerto Rico en 1946. Graduado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de América en Washington, D.C. en 1969 donde tomó cursos electivos de pintura y cerámica. Posteriormente obtiene una maestría en diseño de la Universidad de Columbia en Nueva York en 1971. Arquitecto, ceramista, escultor y escenógrafo, se ha destacado en estas múltiples facetas. Cofundador del Grupo Manos en 1976 y de Casa Candina en 1980; como parte de la institución, coorganizador del Premio Casa Candina: Bienal de la Cerámica Puertorriqueña y el Intercambio 3: México, Puerto Rico y Venezuela; Cerámica en Pequeño Formato. En extensa trayectoria como ceramista ha participado en colectivas como La Bienal de Arte en Sao Paulo, Brasil, La Bienal de La Habana en Cuba y El Barro de América en Venezuela entre otras. Ha obtenido premios en competencias internacionales de cerámica en Faenza, Italia y Zagreb, Croacia. La obra de Suárez forma parte de prestigiosas colecciones públicas como la del Metropolitan Museum of Art, Nueva York; la Colección Mimara en Zagreb, Croacia; Museo de la Cerámica de Arte en Faenza, Italia y en el Museo de Cerámica de Ichon, Korea. Su obra pública se encuentra en la Plaza del Quinto Centenario en el Viejo San Juan (Tótem Telúrico); el Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré; el Museo de Arte de Puerto Rico en Santurce y el Edificio Federal Federico Degetau en Hato Rey. Al presente es profesor de Diseño de la Nueva Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Puerto Rico y colabora extensamente con Ballets de San Juan como escenógrafo y diseñador.